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El Estado en acción frente a la pandemia

Por Silvio Crudo* y Vilma Paura**

La crisis del coronavirus puso a prueba la capacidad del Estado en sus diferentes niveles de formular e implementar intervenciones para apuntalar las condiciones de vida de la población de manera anticipada al incremento del número de casos de covid-19. Es un aspecto que diferencia al Estado argentino de otros estados que intervinieron recién cuando el número de casos se habían incrementado exponencialmente.

Frente a la situación de pandemia el Estado argentino mostró capacidad de reacción para dar respuestas a los problemas nuevos y a otros de larga data que se hicieron más visibles.

Al mismo tiempo que se establecía el aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO), entre marzo y mayo, comenzaron a registrarse medidas de diverso tipo, llevadas a cabo por los gobiernos tanto a nivel nacional como en las diferentes provincias y municipios que buscaban atender el escenario de la expansión de la covid-19 en un marco de compartida incertidumbre.

Además de la inmediata preocupación por el alcance de la atención que podía sostener el sistema de salud, pronto se hizo evidente que la pandemia afectaría diversas dimensiones de la vida cotidiana: la dinámica productiva y la generación y sostenimiento del empleo, la circulación de la población y el uso de los medios de transporte, la realización de trámites y las formas de organizar las tareas y los tiempos en la vida familiar, entre otras.

Mientras que para una gran parte de las familias el ASPO implicaba recluirse en viviendas más o menos confortables, para otros esta posibilidad era inimaginable. Para muchas personas el aislamiento conllevaba la imposibilidad de realizar los trabajos por los cuales hasta ese momento se percibían ingresos en forma más o menos regular, más o menos protegida, pero siempre indispensables para el vivir diario.

Frente a este panorama el Estado argentino, en sus diversos niveles, intervino con políticas y medidas en función de su percepción de la problemática y poniendo en tensión sus capacidades y los recursos disponibles.

Reacción

En el marco de la Red Interuniversitaria de Posgrados de Políticas Sociales (RIPPSO) de la que formamos parte como docentes e investigadores, nos interesó construir un instrumento que pudiera identificar, registrar y sistematizar cómo reaccionaba el Estado en nuestro país, cuáles eran las políticas que formulaba en este contexto y en su amplitud y diversidad institucional y territorial.

Por nuestra especialidad, propusimos un recorte de esas medidas a las que definimos como intervenciones sociales del Estado, acciones destinadas a incidir de manera directa en una situación que afecta las condiciones de vida de la población o de algún sector de la misma, a las que delimitamos en dieciséis áreas o sectores de intervención.

Con este objetivo, llevamos adelante un relevamiento de base colaborativa en el que participamos docentes y estudiantes de posgrados de políticas sociales del país, que se apoyó en la consulta de dos fuentes de información: los boletines oficiales de cada jurisdicción y los principales diarios de alcance nacional y de cada provincia.

Hoy la información recabada y sistematizada está disponible para funcionarios, investigadores y ciudadanía en general mediante un tablero dinámico de visualización de datos de acceso libre, bajo la premisa del conocimiento abierto.

Un valor que, entendemos, trasciende nuestra exploración y el instrumento de acceso diseñado es que se inscribe en un conjunto de respuestas que se articularon desde los espacios de investigación y desarrollo como aportes del campo científico-académico frente a la compleja situación de la pandemia, para su entendimiento y en su tratamiento como problema multidimensional.

Intervenciones

Se relevaron unas 761 intervenciones realizadas tanto por la Nación como por jurisdicciones provinciales y la Ciudad de Buenos Aires entre el 3 de marzo –fecha del primer caso positivo de covid-19 en el país- y el 10 de junio.

En este período el Estado nacional mostró un importante dinamismo para la generación de intervenciones sociales en el momento previo al aislamiento, así como durante las fases de aislamiento estricto (20 al 31 de marzo) y de aislamiento administrado (1 al 12 de abril). En tanto, las jurisdicciones provinciales y CABA mostraron un mayor dinamismo en la fase de aislamiento estricto y en la de segmentación geográfica (13 de abril al 10 de mayo).

Por otro lado, se registró que a medida que avanzaba la pandemia fue disminuyendo la cantidad de intervenciones sociales generadas.

Desde nuestra perspectiva, esto expresa la capacidad del Estado en sus diferentes niveles de formular e implementar intervenciones para apuntalar las condiciones de vida de la población de manera anticipada al incremento del número de casos de covid-19. Es un aspecto que diferencia al Estado argentino de otros estados que intervinieron recién cuando el número de casos se habían incrementado exponencialmente.

A la vez, y por lo menos hasta la etapa de segmentación geográfica, el Estado Nacional demuestra una importante capacidad para ordenar las intervenciones subnacionales, muchas de las cuales expresan la adhesión e implementación de medidas formuladas a nivel nacional:

* Regulación y fiscalización de precios máximos de higiene y bienes básicos.

* Prohibición de cortes de servicios públicos esenciales.

* Prórroga de contratos y prohibición de desalojos.

Esta es una particularidad destacable si la confrontamos con las dificultades que presentaron otros países federales en el continente (México, Estados Unidos o Brasil) para coordinar una estrategia con la que enfrentar la situación de pandemia en todo su territorio.

Salud e ingresos

Ahora bien, ¿esto implicó que el Estado Nacional y los Estados subnacionales buscaron incidir sobre las mismas áreas de la política social con sus intervenciones? Si observamos los sectores que convocan la mayor cantidad de acciones, como es de esperar por el contexto de pandemia, en ambos niveles jurisdiccionales se evidencia el predominio de las intervenciones dirigidas al área de salud.

En el ámbito nacional, le siguen las acciones dirigidas a incidir sobre el mantenimiento del nivel de empleos e ingresos laborales, la higiene pública, las regulaciones sobre el transporte e ingreso de personas al país y las condiciones de trabajo de la población.

En las jurisdicciones provinciales y CABA notamos una impronta marcada por sus competencias legales: regulación de las condiciones de trabajo por medio de protocolos por actividad, condicionamientos al desplazamiento de personas y permisos especiales, higiene pública y, en quinto lugar, empleo e ingresos.

Teniendo en cuenta las situaciones de emergencia en el acceso a ingresos el Estado nacional implementó transferencias monetarias no contributivas como el Ingreso Familiar de Emergencia. Si bien se definió como una ayuda extraordinaria, su continuidad acompañó en parte la extensión de la pandemia y su finalización ha quedado articulada con la generación de otros programas destinados a poblaciones más específicas. En las jurisdicciones provinciales y CABA este tipo de medidas también fueron excepcionales, pero se entregaron una sola vez, sin poder mantenerlas a lo largo de la situación.

Género

Indagamos en especial en las intervenciones vinculadas específicamente al género. De 35 intervenciones registradas tanto desde el Estado nacional como desde las provincias, la mayor parte hacen foco en la prevención y erradicación de las violencias de género y en medidas orientadas a intervenir sobre las tareas de cuidado. Y prácticamente no se detectaron intervenciones que expresamente buscaran paliar la situación de vulnerabilidad económica desde una perspectiva de género, así como fueron pocas las intervenciones focalizadas en el colectivo LGBTIQA+.

Esperamos que el instrumento generado pueda ser un aporte más en el conocimiento de la situación de pandemia y que contribuya en la definición de un escenario de nueva normalidad y de recuperación social y económica.

Hoy nos permite decir que en los primeros cien días de la covid, es decir, en forma temprana, el Estado argentino en sus diferentes niveles generó una batería de intervenciones para hacer frente a los efectos negativos que se preveían sobre las condiciones de vida de la población.

Frente a la evidencia del empeoramiento de los indicadores sociales seguramente revisaremos los tipos de respuestas, sus ritmos, sus alcances y podremos sentir que todo lo hecho resultó insuficiente y que algunas decisiones podrían haber sido diferentes. Pero lo que no podemos es ignorar cuanto se hizo en lo inmediato en un contexto de gran incertidumbre.

Nota:

Acceso al Relevamiento Intervenciones Sociales del Estado en https://datastudio.google.com/u/0/reporting/1da1da16-3c17-4ac2-afe2-116d4160fd17/page/OG9UB

Docentes investigadores en Políticas Sociales: *UNR. ** UNTREF.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/313379-el-estado-en-accion-frente-a-la-pandemia

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